jueves, 29 de diciembre de 2011

¡Sorpresa! Regalo de Navidad & Año nuevo

¡Hola Kirss Roosas! Así como dice el título de la entrada, les traemos un regalo de navidad y año nuevo. Para despedir el año con broche de oro.
Les tenemos ¡3 trailers de la historia! Así es, tres diferentes. Están hechos por Kashmir pero ambas decidimos sobre las escenas que llevarían.
Esperemos les gusten.


Para ver el primer trailer de Sueños Rojos, hagan clic aquí

Para ver el segundo trailer de Sueños Rojos sobre Sofía, hagan clic aquí

Para ver el tercer trailer de Sueños Rojos sobre Kashmir, hagan clic aquí


Dado que aún no sabemos cómo arreglar el editor de entradas no queda más que traerselos para que los vean por su cuenta en youtube.
Pensabamos subirlos en febrero para que los entendieran un poco más pero también queríamos darles un regalo, ahorita quizá se hagan algunas preguntas. Poco a poco se irán respondiendo con el pasar de los capítulos.
¿Qué les parecieron?
¿Les gustaron?
¿Cuál las dejó más intrigadas?
¡Cuentenos!


Agradeceriamos que les cuenten a sus amigos o a otros chicos de blogger sobre la novela. Hasta ahora hemos tenido buenas críticas y nos gustaría tener más kirss roosas con nosotras.
¡Muchísimos besos!
La siguiente semana estará el capítulo 5.
Sofía&Kashmir


lunes, 26 de diciembre de 2011

Sueños Rojos: Capítulo Cuatro "Amigos, Deseo o Prejuicios"

Narra Sofía:

Cuando Kashmir regresó de su taller (Los talleres no son a la misma hora para todos) y yo regresaba de desayunar, pasamos a las siguientes clases: historia que fue aburrida y la maestra ni se diga y luego siguió lógica pero nunca he sido buena en esa materia así que estaba un poco zombi.

Después de esas clases siguió química; el salón era literalmente un laboratorio. El maestro se presentó como Alberto Simmons y comenzó a dar indicaciones de que en el curso trabajarían todos por equipos de cuatro y que podíamos escoger a los integrantes. Obviamente Kashmir y yo decidimos formar un equipo, corrimos a una mesa del laboratorio mientras hablamos de que nos faltaban dos integrantes más…..en eso llegaron unos chicos.

-¿Podemos unirnos con ustedes? – Preguntó uno de ellos

-Son las chicas más normales que vimos – Recalcó el otro

El primero era alto, piel blanca, cabello lacio corto y de color rubio, su ojos eran de un tono marrón. Era lindo, pero después de un rato de observarlo pude descubrir que no era humano sino un licántropo y, por la forma en que se me quedo mirando, supo que también yo lo era.

El segundo no era tan alto como su amigo, pero tenía unos increíbles ojos azules/grisáceos, cabellos marrón chocolate con pequeños rulos en él y piel blanca.

-Claro, me llamo Kashmir – Se presentó mi amiga sin mucho interés, con la amabilidad justa que se necesitaba.

-Eleazar – Dijo el chico de los ojos azules/grisáceos

-Yo soy Rafael – Respondió el primero - ¿Y cuál es el tuyo? – Me preguntó mirándome

-Sofía, mucho gusto- Respondí con una sonrisa.

-Espero que seamos amigos –Me miró – Todos - Completó

-Yo igual – Dije. Kashmir sólo asintió sin prestar demasiada atención a la situación.

La clase transcurrió lenta pero Rafael me hacía reír imitando al maestro lo cual se mereció un pequeño regaño de parte de él y varias miradas inquisitorias de mi amiga. Al final de la clase me despedí de los tres para dirigirme a mi habitación a cambiarme al uniforme deportivo (pants azul oscuro y camisa blanca con cuello en”v” donde se encontraba el escudo) me puse mis vans favoritos y tomé mi bolsa. Me dirigí al gimnasio donde se impartiría la clase de taller. Al entrar todos estaban conversando, algunos bailando y otros leyendo.

Vi a Ethan sentado en la esquina derecha del gimnasio leyendo. Apartó la vista de su libro para brindarme una de sus increíbles miradas, comencé a caminar hacía él cuando alguien se interpuso en mi camino, era Rafael.

-Que increíble, estamos en el mismo taller. Espero que nos pongan de pareja – Dijo felizmente

-Claro, eso sería sorprendente – Solté mientras trataba de mira a Ethan detrás de Rafael.

En ese momento llegó la maestra. Valeria Rossani era italiana y por cómo se había presentado de muy mal temperamento. Comenzó a nombrar lista y en lo que iba nombrando formaba las parejas para todo el año.

-Sofía Arana – Gritó

-Aquí – Dije, esa mujer me ponía de nervios.

-Con el señor Ethan Allen – Respondió con una sonrisa socarrona – Esperemos que pueda terminar el curso sin ningún rasguño.

Mire hacia la izquierda y pude ver como Ethan se abría paso entre la gente con dirección hacia mí.

-¿Qué quiso decir con eso? – Le pregunté cuando llego conmigo.

-No tengo idea – Soltó mirando hacia otro lado

Bufé.

-¿Eso qué fue? – Preguntó riéndose

-Un bufido, de ‘creo que si sabes por qué lo dijo’ – Respondí mientras lo miraba a los ojos

-Oh

La señorita Rossani dio alguna información (mucha de que si alguien se lastimaba, ella no se hacía responsable de sus lesiones) de que esta clase era para defenderse en cualquier situación peligrosa o si se llegaban a encontrarse con alguna persona “extraña” (Seguramente lo dijo por los seres mágicos).

Luego comenzó a hablar de las técnicas de golpes y posiciones defensivas que usaríamos en todo el curso como llave al cuello, jab, cruzado / Cross o directo, gancho o uppercut y crochet.; Peek-a-boo, Cruz armado y Philly Shell', Hitman o cangrejo. Alguno de estos suelen ser muy utilizados en el boxeo. Tomó a un alumno y realizó algunas de esas técnicas. Pobre chico, seguramente eso le dolió mucho. Después añadió que comenzáramos a ponerlas en práctica con nuestro compañero

Ethan y yo comenzamos a practicar. Primero él hacia posiciones defensivas y yo golpeaba. Todo iba bien hasta que le lancé un gancho hacia el estomago que lo mandó directo al suelo.

-Perdón, lo siento mucho de verdad. No quería hacerlo – Me disculpaba mientras lo ayudaba a ponerse de pie.

-No te preocupes, de todas maneras de eso se trataba y me venciste – Reconoció - Eres muy fuerte - Agregó con una sonrisa.

Me sonroje.

- Tal vez, pero no he probado como golpeas tú.

-Pues vamos a ver si esas idas al Gym funcionaron ¿no? – Soltó mientras me miraba.

Me acomodé en una posición de defensa. Comenzó a lanzarme ganchos, los cuales esquivaba con tremenda facilidad. Al final se rindió.

-Algún día de estos voy a vencerte, te lo aseguro – Dijo mientras los dos nos sentábamos en el piso

-Ya quiero ver eso – Le sonreí

-Sabia que nos iban a poner como pareja – Agregó mirándome

-¿Cómo lo sabías? – Pregunté

-Porque nos acomodan acorde nuestra fuerza.

-Y, ¿Por qué no me pusieron con Rafael? El también es un licántropo.

-Porque no pueden emparejar a seres de la misma especie, claro, menos los humanos.... ¿querías que te emparejan con él? – Preguntó mirando en dirección a Rafael

-No, para nada. La verdad es que me gusta ser tu pareja – Agregué y luego me di cuenta de lo que acababa de decir – Digo, porque es fácil ganarte -bromeé

Se rió.

-Te prometo que ya no será tan fácil, a mí también me gusta que seas mi pareja.

Iba a decir algo cuando sonó el timbre de fin de clase

-¿A dónde iras ahora? – Me preguntó

-Pues ya no tenemos clase y quedé con un amigo para ensayar la coreografía para el concurso que la escuela realiza – Contesté mientras tomaba mi bolso

-¿Te vas a inscribir? ¡Qué bien! Te aseguro que pasaras la prueba y ganaras – Lo dijo tan seguro de sí que por poco y me la creo.

-Gracias, eso espero.

-¿Te molesta si voy contigo? – Preguntó tímidamente

-No, para nada. Vamos.

Salimos del gimnasio, y nos encaminamos hacia el auditorio.

-¿Y qué van a bailar? – Preguntó Ethan

-Marry the night de Lady Gaga – Dije con un gritito de emoción

-Así que te gusta lady gaga.

-Sí, un poco – Respondí

-Ya quiero verte – Dijo mientras giraba su mirada hacia el pasillo.

Narra Kashmir:

Sofía tardaría un tiempo más en regresar de su taller al igual que Areli además de que quizá estarían en los ensayos de la dichosa coreografía. Bajé por algo de desayunar al comedor. Era enorme, como todo lo demás. No tenía nada extraordinario o yo tenía demasiada hambre como para concentrarme en ello, tenía un aspecto antiguo como una película de ‘Orgullo y Prejuicio’ y eso me hizo tratar de imaginar cómo habría sido la academia en esas fechas. ¿O cómo habría sido a principios de siglo XX? Me encantaban esas épocas.

Me serví algo de fruta y jugo de naranja y me senté en una de las mesas que se encontraban vacías. Aún así no duré mucho tiempo sola.

-¿Puedo sentarme? – Preguntó la voz de Eliot.

Asentí sin mirarlo y seguí comiendo.

-Oye Eliot – hablé después de un bocado – ¿Qué significa el símbolo de tiempo? – Volví a preguntar.

-Información clasificada – Volvió a responder.

-Es que yo tengo el mismo símbolo en mi cuaderno de dibujos, pero no recuerdo haberlo hecho. Igual la fecha es de hace un año y el dibujo es muy pequeño pero es el mismo.

-Eso es muy curioso – De nuevo no parecía sorprendido, mantenía su sonrisa alegre.

-Me dijiste lo del símbolo del dragón ¿por qué este no?

-Yo no te dije nada, tú adivinaste.

-Pero lo confesaste, yo sólo pregunté – Se quedó pensando unos momentos

–Creo que tienes razón.

-¿Y bien? – Insistí. Guiñó un ojo y robó un trozo de piña de mi plato – ¡Ey!

-¿Puedo sentarme?- Preguntó Ian llegando con una peculiar sonrisa.

-Claro – Respondió Eliot y me dieron ganas de arrojarle un pedazo de sandía al ojo. Lo fulminé con la mirada.

-¿Qué les pareció el taller? – Preguntó Ian.

-No aprendí nada – contesté y seguí comiendo.

-Es la primera clase.

Me encogí de hombros. Levanté la vista y vi como Blanca se me había quedado viendo desde la entrada de la cafetería. Negaba con la cabeza y señalaba a Ian con un dedo, sonreí ligeramente a modo de disculpa y rodó los ojos.

Ian se giró para ver con quién me comunicaba a modo de expresiones.

-¿Conoces a Blanca? – Preguntó curioso.

-Sí, desde los seis años.

-Yo conozco a Ian desde hace mucho tiempo – Intervino Eliot y me le quedé viendo como si tuviera tres cabezas.

-¿Ah, sí? ¿Desde hace cuánto?

-Muchos años – Contestaron al unísono.

Qué raro, ¿ya se conocían? Jamás vi que se saludarán en el taller o que compartieran si quiera una mirada. Pero, a mí ambos me sonaban familiares de algún lado. Además el símbolo de tiempo yo lo tenía dibujado en mi libreta, idéntico al de Eliot y según eso ‘sólo pertenecía a su familia’ ¿tendría relación?

Quizá podría conocerlos también de alguna u otra forma. ¡Bah! Quizá exagero, me vuelvo paranoica con rapidez. Pero, ¿y sí estoy en lo cierto? El comportamiento de Eliot era demasiado tranquilo con todo lo que le decía, como si ya me conociera o ya esperara algo así. ¿Y mi desconfianza hacia los vampiros? ¿El miedo irracional hacia Ian?

-¿Yo los conocía de antes? – Me atreví a preguntar después de un largo silencio.

-¿La historia larga o la corta? – Preguntó Ian recargándose en la mesa y acercándose a mí. Me sorprendió que no dudara en contestar.

-¿Eso es un sí?

-Vaya, que rápido suceden las cosas. Supongo que todo tenía que pasar así – Eliot se levantó de la mesa y fue por su propio desayuno.

-Hablen claro – ordené y me crucé de brazos.

-Sigues con el mismo carácter de siempre – Habló Ian fingiendo cansancio.

Eliot regresó con un café y pan tostado.

-¿Por qué empezamos primero? ¿Quieres saberlo todo hoy o te lo contamos después? ¿O no quieres saber nada?

-¿Siempre tienes que ser así de optimista? – Preguntó Ian – Tampoco es un cuento de hadas.

-Poco a poco vamos reuniendo las piezas del rompe cabezas, sin duda esta escuela es una maravilla.

-Sigo aquí – me hice notar con un golpe a la mesa.

-Dile tú, eres mejor expresando la situación – Pidió Ian a Eliot.

Este último dio un sorbo a su café y se recargó en la mesa cruzando los brazos.

-El símbolo de tiempo es una característica mía, no de mi especie sino mía. Puedo viajar en el tiempo pero hay reglas muy estrictas cuando llego a hacerlo. En un viaje que tuve hace dos años regresé a la época de 1912 y te vi a ti, a mí y a Ian. Cuando regresé al presente con la nueva información que conseguí supe que tenía que buscarlos a ambos aunque no tenía idea de quiénes eran.

Un momento… ¿Qué? La cabeza comenzó a punzarme, tenía esa extraña sensación que te dice que ya pasaste por cierta situación. Abrí los ojos con sorpresa cuando recordé porque esto se me hacía tan familiar. La imagen de un barco apareció en mi cabeza con tanta rapidez que dude que de verdad la hubiera visto.

-Eliot y su padre – Intervino Ian – Me encontraron hace un año, evidentemente yo lo reconocí en cuanto lo vi aunque ha tenido ciertas diferencias físicas al igual que tú al volver a nacer en esta vida.

¡No es cierto!

Me levanté de la silla, sonreí y exclamé con emoción.

-¡Sabía que los viajeros del tiempo existían!

Eliot sonrió e Ian echó la cabeza para atrás, exasperado.

-Te acabamos de contar todo eso ¿Y sólo te puedes concentrar en esa parte?

-¡Kashmir! – Gritó Areli corriendo hacia nuestra mesa - ¡No te imaginas lo que acaba de ocurrir!

Miró a Ian y a Eliot con confusión.

-¿Qué pasa? – Pregunté un poco ida, la confesión de Eliot me había dejado pensando demasiado.

-Es sobre algo privado, podemos hablar… ¿a solas? – Pidió.

-Claro que sí – Avancé hacia ella, pero antes me posicioné a las espaldas de Eliot e Ian y los tomé del cuello de las camisas – Tengo que hablar con ustedes dos ¿de acuerdo? Pronto.

-No me esperaba esta reacción, pensé que nos harías millones de preguntas – Contestó Eliot.

-Tengo todo el tiempo del mundo – Sonreí.

-¿En esta vida también te vas a sentir ama y señora del mundo? – Preguntó Ian con una sonrisa.

-Esto está lleno de sorpresas – Frunció el ceño Eliot.

-Digamos… que no me sorprende tanto a mí lo que me han dicho.

-¿De qué hablas? – Preguntó Ian, enarcando una ceja.

-Ya había visto que esto pasaría ¡Los veo pronto! – Me despedí y tomé de la mano a Areli, la arrastré fuera de la cafetería para que pudiera contarme todo. Traté de ignorar la mirada de advertencia de Blanca.

-¿Qué pasa? – Pregunté una vez dentro de nuestra habitación.

-Es sobre Sofía – Cerró los ojos con fuerza – Espero que no se enoje conmigo por contarte. No encontraba ningún momento adecuado en el que estuvieras sola y con eso de que está en los ensayos.

-¿Contarme qué? – Pregunté confusa.

-Verás es que hoy, antes de entrar a clase de literatura, pasé por el pasillo y la encontré observando unas obras de arte. El problema no es ese, sino lo que pasó después y con quién pasó.

-¿Qué pasó después? ¿Se besó con un vampiro? – Bromeé.

Areli se me quedó viendo como si tuviera cinco ojos.

-La verdad es que – pareció pensarlo un poco – no, no es eso. Claro que no – se rió nerviosamente – Lo que pasa es que… - Dudó de lo que diría – Vine a la habitación y sin querer derramé un poco de café en su ropa.

-Areli yo te ayudo a salir del país. Tengo contactos que pueden ayudarte a cambiarte el nombre, vete lejos ¡muy lejos! Para que Sofía no te encuentre. Es más, píntate el cabello y broncéate un poco.

Se rió y me miró con indecisión.

-¿Hay algo más? – Pregunté.

-No, pero me preocupa su reacción.

-No lo hiciste a propósito, ¿qué ropa manchaste? – Me levanté de la cama y fui hacia el armario – eres bruja ¿puedes arreglarlo? No tengo idea cuántos hechizos te sepas hasta ahora.

-Eh… sí, ¡que tonta! Creo que tengo algún truco para que la mancha desaparezca. Por el pánico no pensé bien.

-Vale, ¿vamos a ver a Sofía ensayar?

-No puedo, quedé en una cita de estudio con un chico – Me contó emocionada.

-¿Un chico? – Pregunté con una sonrisa burlona.

-Es hermoso – Se recostó en la cama y sonrió.

-Ya me contarás cómo te fue ¿lo conozco?

-Se llama Matías, va con nosotras. ¿No recuerdas a un moreno y sexy compañero?

-No, lo siento. Soy increíblemente despistada con las personas.

-Después te diré quién.

-Vale, tengo que irme.

Salí y la cabeza comenzó a dolerme. Ahora que estaba sola tenía tiempo de pensar en lo que me habían contado hoy. ¿Viajar en el tiempo? ¡Eso es asombroso! Es extraño que justo hoy que pensé en eso me haya encontrado con Eliot, y ¿vidas pasadas? Realmente no me sorprende, siempre creí en ello. A pesar de que todo encajara para mí y de estar tan acostumbrada a este tipo de confesiones había piezas faltantes en el rompecabezas. Si ya conocía a Ian antes ¿por qué mi odio hacia los vampiros?

Tenía demasiadas preguntas que hacer.

Entré al auditorio y encontré a Sofía poniendo atención a lo que decían sus demás compañeros sobre la coreografía y me reía cada vez que ella los contradecía. Ser fanática a morir de Lady Gaga ya le estaba dando frutos, si seguía así la convertirían en la coreógrafa muy pronto o la lanzarían por la ventana.

Me senté y observé. Fijé mi vista en una cabeza masculina que estaba sentada hasta en frente y descubrí que era Ethan.

¿Ethan? Parece que mi amiga no pierde el tiempo.

-Que sorpresa encontrarte por aquí – Dijo la voz de Eliot, lo miré. Era alto, casi tanto como Ian. Llevaba despeinado el cabello ligeramente largo de color marrón claro.

-¿Sorpresa? Ninguna sorpresa, sabías que vendría a ver a Sofía ¿no? – Deduje.

-Me atrapaste – Se sentó a mi lado y observamos como empezaban a poner los pasos. Era un grupo grande donde predominaban las mujeres – Espero que la escuela gane este año, hay buenos elementos. Tu amiga es uno de ellos.

-Lo sé, pero no aseguro la victoria de todo el equipo. No conozco cómo son las otras escuelas.

-¿Has pensando en lo que te dijimos hoy?

-Mucho.

-¿Y qué piensas?

-Que dicen la verdad

-Vaya

-O están locos.

Pensó unos momentos y volvió a sonreír.

-Esa, por supuesto, es una buena posibilidad. ¿Qué te hace creer que decimos la verdad?

-El símbolo de tiempo en mi libreta, que no tienes pinta de ser un maniático, el hecho de que personas como tú y yo existamos y que desde que los vi, a ambos, se me hicieron aterradoramente familiares como cuando te reencuentras con un amigo que no has visto hace años.

-Perfecta explicación de lo que somos… o fuimos en otras vidas.

-¿Viajas en el tiempo?

-Sí

-¿Me has visto en otras épocas?

-En tres distintas, para ser exactos.

-Cuéntame.

-Lo haré pero no ahora, tú misma lo dijiste; tenemos todo el tiempo del mundo.

Lo pensé un momento y al final tenía que admitir que tenían razón.

-¿Algún día me dejaras viajar?

-Puedo llevar personas conmigo pero eso no asegura tu regreso a salvo al presente ¿tomarías el riesgo?

-Quizá.

Observé a Sofía cantando la canción mientras bailaba los pocos pasos que ya tenían controlados. Sonreí.

-Entonces estoy seguro que eventualmente habrá una oportunidad para viajar en el tiempo. Pero tiene que ser bajo ciertas condiciones, que luego te explicaré.

-¿Por qué nos buscaste, Eliot? A Ian y a mí ¿Para que volvamos a ser los tres mosqueteros o algo por el estilo?

-La razón no te la puedo explicar con exactitud, poco a poco irás entendiendo. Pero, ¿te digo algo? Fuiste tú quien me lo pidió. Has sido tú siempre la causante de todo, incluso tu miedo por los vampiros.

-No es miedo…

-Ambos sabemos que sí lo es.

-¿Te puedo hacer una nueva pregunta?

Mi expresión se volvió seria.

-Veremos si puedo contestarla.

-¿Ian ha violado sexualmente a alguien?

La cara que tuvo Eliot no tuvo precio.

-Esperemos que no – Llevó una mano a su cabello y comenzó a reír.

. . .

Esa noche, después de que Sofía nos diera una explicación rica en detalles de su día y Areli de su cita, me fui a dormir. No tardé en comenzar a soñar; el resplandor del océano, alguien llamándome, después sentir como mi corazón se aceleraba y por último algunos gritos. Después de eso los sueños se fueron dejándome en una gran tristeza.

Narra Sofía:

Después de asegurarme de que Kashmir y Areli estaban dormidas sonreí y retiré el edredón que me cubría. Me levanté y me quité la blusa del pijama para remplazarla por otra más coqueta, después tomé mi chamarra favorita y traté de hacer el menor ruido posible. Lo que fue difícil era ponerme los pantalones de mezclilla, aunque terminé teniendo éxito.

Avancé con cuidado hasta que noté que Kashmir hacia unos ruidos extraños, como si llorara. Me acerqué a ella y traté de destaparla un poco para ver bien que le pasaba, cuando lo hice comprobé que estaba en lo correcto; ella lloraba dormida. Pocas veces pasaba esto y me sentí mal por ella, a veces me contaba que tenía sueños que le parecían terriblemente tristes pero que recordaba poco sobre ellos, otras veces la había sorprendido riendo en sueños cuando teníamos pijamadas y cuando se despertaba sólo me decía que ‘había visto algo divertido pero que era difícil recordar qué era, o qué le habían dicho’. Naturalmente la tachaba de loca.

Me debatí entre si despertarla o no, si lo hacía me prohibiría ir con Sebastián pero si la dejaba así seguiría llorando y sintiéndose mal. Creí que lo mejor sería quedarme con ella pero vino a mi cabeza el recuerdo de los labios de Sebastián, mi cuerpo exigía más. Sonrío y tomo mi decisión.

-Lo siento – Le susurré al oído y salí de la habitación en búsqueda de mi vampiro, veremos que movimientos haremos hoy en nuestro juego.

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¡Hola Kirss Roosas! De nuevo nosotras, esperemos que el nuevo capítulo sea de su agrado. Recuerden decirle a sus conocidos, a sus amigos, a su familia, al perro superdotado que tienen, a la maestra, a la troll de tu salón, a la vecina ¡a todos! sobre Sueños Rojos. Agradecemos a las diez Kirss Roosas de este blog y a las que se ocultan en el anonimato, ¡son geniales! de verdad.

Blogger está raro, ¿pasa lo mismo con ustedes? Cuando queremos subir una nueva entrada aparece un editor viejito, pero todo lo demás está bien... ¿o es un editor nuevo? Lo dudamos porque tiene menos opciones de lo que debería ser. ¿Alguien sabe como cambiar esto?

Pronto tendremos nuevas sorpresas para ustedes.

¡Esperamos que hayan tenido una super genial Navidad! ¡Felices reyes Magos!

NOTA: Sabemos que primero va el año nuevo, pero nos aseguraremos de dejarles una nota ese mismo día. No podemos desear feliz 2012 siendo aún 2011, este año aún merece respeto.

Muchísismos besos!

Sofía&Kashmir