Prologo: "Sueños Rojos"

 

Narra Sofía: 

-¡Ey, mujer lobo! Ya se tardaron ¿no crees?- Comentó Kashmir mientras estaba recargada en uno de los árboles comiendo una mandarina. Fruncí el ceño.

-Prefiero el termino licántropo, por favor- Contesté casi gruñendo.

-¡Es lo mismo! Pero, Sofí, ¿y si se olvidaron de nosotras? ¿y si nos equivocamos de lugar? 

-No seas ridícula, obviamente van a pasar por nosotras en cualquier momento.

Este no era un buen día para mí. Tendría que ir a esa escuela por orden de mis padres cuando yo quería ir a la academia de arte. Ahora estamos a la orilla del bosque frente la carretera, solas, con frío y esperando un bus que lleva veinte minutos de retraso.

-¿Quién es ella?- Mi amiga me sacó de mis pensamientos.

Una chica robusta y de aspecto torpe se acercó a nosotras con una mochila posiblemente más grande que nosotras.

-¿Aquí llega el bus de la academia Sueños rojos?- Preguntó con una voz chillona.

Asentí sin prestarle mucha atención.

-¿Me das de tu mandarina?- Le preguntó a Kashmir y mi amiga la miró extrañada.

-Te la regalo...

-Soy Jessica- Se presentó pero no contestamos, ella se limito a observarnos sin tratar de disimular. Me sentía incómoda con su mirada era como si nos analizara por dentro tratando de ver quiénes éramos.... sería posible que ella ¿fuera... diferente?

Kashmir se levantó para susurrarme.

-Es mitad troll de las montañas- Eso confirmó mis sospechas. 

-¡YA LLEGÓ!- Gritó, innecesariamente, Jessica. Se acercó a nosotras con una sonrisa boba, el bus se detuvo y Kashmir y yo corrimos al interior. Algo de esa chica no me gustaba para nada. 

Al subir, las miradas desconocidas se posaron sobre nosotras.

-Algunos de ellos también son diferentes- me susurró Kashmir- hay brujas, una chica parece ser un hada o algo así, y creo que también hay un duende de Irlanda- me comentó eso último con emoción- todos los demás son humanos.

Elegimos sentarnos detrás de una chica delgada y de piel clara que notablemente no era humana.

-Bruja- susurró Kashmir explicándome y sacó un paquete de galletas y su ipod. 

La chica colocó su mochila en el asiento vacío de a un lado evitando que la Troll se sentara con ella, eso me dio gracia.

El camino transcurrió en silencio mientras nos adentrábamos al bosque. A lo lejos vislumbramos la silueta de un castillo.

Estábamos llegando.

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Nosotras somos Kashmir y Sofía, inventamos esta historia por diversión.

Algunos de los personajes son compañeros de nuestra escuela.

Esperamos que si lo leen les agrade.

Besos.